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Student Experience Design

Proyecto en el que debíamos diseñar un servicio en el ámbito de la educación que fuera capaz de conectar emocionalmente con cada estudiante, creando experiencias memorables y relaciones que perduraran en el tiempo.

Centramos nuestro servicio en el sector de formación dedicada a profesionales en activo o en búsqueda de su primer empleo. Descubrimos que el estudiante siente una frustración laboral porque el mercado está evolucionando a gran velocidad y con frecuencia nota carencias formativas en su puesto de trabajo que le generaban una gran inseguridad laboral (síndrome del impostor). Su exigencia principal en cuanto al servicio era suplir su necesidad formativa asegurarándose al máximo aprovechar plenamente la formación que decidiera realizar de forma compatible con el ritmo cambiante e impredecible de su día a día.

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La participación ciudadana

El análisis sistémico tiene como objetivo hallar los puntos a partir de los que se puede influir positivamente en el sistema en que se encuentra embebido un problema complejo, comprendiendo que todo fenómeno forma parte de un conjunto de actores y dinámicas, interdependientes entre sí y autónomo en su totalidad.

El proyecto que tuvimos que desarrollar para el curso giraba en torno a problemas sociales o medioambientales y nosotras escogimos el reto de conseguir aumentar el escaso compromiso actual del individuo como ciudadano con la sociedad en la que vive. En este ejercicio, el trabajo en equipo fue especialmente interesante ya que lo componíamos una persona procedente de Brasil y otra de España, y la conjunción cultural hizo que encontráramos puntos de análisis y reflexión aún más ricos.

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Research sobre el trabajo en remoto

Para el curso de UX research, la Nave Nodriza nos propuso el reto de averiguar cómo se podría mejorar el bienestar de las personas que trabajan en remoto, en plena primera ola del Covid19. Entendimos que la situación de confinamiento y estado de alarma nos proporcionaría datos muy tensionados con los que cubriríamos uno de los peores (si no el peor) escenario. El campo se centró en la realización de entrevistas en profundidad a 14 personas con un perfil profesional digital, que tenían situaciones de convivencia distintas (solas, en pareja, en familia y otros), lo que resultó clave para la investigación. Tras el volcado y modelado de información tanto en nuggets como con la técnica de post-its, más abierta, quisimos jugar de diferentes maneras con ella para no quedarnos únicamente en los objetivos que se nos habían formulado, sino hacer emerger conocimiento nuevo que pudiera ser accionable para el reto de diseño que se planteaba. 

Más allá de la identificación de barreras y estrategias en el ámbito del remoto en tiempos de confinamiento, los aprendizajes que obtuvimos de la investigación fueron de gran profundidad. En primer lugar fue sorprendente la polaridad en las respuestas: la organización y la planificación laboral, las comunicaciones y la optimización del tiempo y en general la situación de trabajar desde casa, según el caso, había mejorado notablemente o había empeorado a niveles insostenibles. Descubrimos cómo la familia cobraba la función de equipo y el equipo de trabajo el de familia; la importancia de la preservación de la privacidad e intimidad dentro de cualquier entorno colectivo; la necesidad de diversidad de entornos para desarrollar los diferentes “yos” que conforman a cada persona, necesarios todos; la importancia también de los cuidados y de los autocuidados, de todos los actores y en todas direcciones (intensificada por el desasosiego vivido en esos meses); el momento de la comida como ritual de socialización, desconexión y descanso; y finalmente, concluimos que el cambio al teletrabajo en las empresas debía de pasar por tener en consideración no solo el plano funcional sino, en igual medida, lo emocional.

Aquí te dejo el link al estupendo artículo que escribió mi compañero de equipo en Medium por si quieres saber más detalles.